Seis momentos en los que estamos agradecidas de escuchar a mamá

Tal vez llegamos a tomar a mal algún comentario o acción de nuestras madres, pero en el fondo sabemos que lo hacen por amor


Seis momentos en los que estamos agradecidas de escuchar a mamá
En su momento pudimos pensar que estaba equivocada, pero la vida siempre nos enseña que nuestras mamás tienen razón en muchas cosas. (Foto: Shutterstock)
La relación con nuestras mamás pudo ser tensa cuando éramos jóvenes pero con el tiempo fuimos aprendiendo que todo lo que hizo no fue para molestarnos, sino que quería lo mejor.

Mamá siempre tendrá algo que decir, aunque seamos adultas y consideremos que sus palabras no van con nosotras. Sin embargo, luego de todas las experiencias que nos ha dado la vida en las que ella tenía razón, nunca está de más agradecerle por eso pues es ella la que ha estado ahí en los momentos difíciles.

Estos son seis situaciones en las que nuestra mamá tuvo razón y que nos convirtieron en la persona que somos ahora:

1. Cuando sentíamos que todo estaba mal y nos aseguró que mejoraría
En nuestra vida hay ocasiones en las que tropezamos y es difícil levantarnos nuevamente, días en los que no encontramos una luz al final del túnel sintiendo que nos ahogamos. Sin embargo, nuestra madre sabiamente y con toda la seguridad del mundo nos decía que, tarde o temprano, saldrás a la superficie. Así que encontrar una solución a un problema es una cuestión de paciencia y perseverancia más que de suerte.

2. Cuando se molestó porque nos comparamos con otros
En la cabeza de nuestra mamá somos únicas, hermosas e inteligentes, aunque sea difícil verlo en ocasiones. Ellas confían en nosotras y es por eso que se enojan cada vez que empezamos a compararnos con personas que consideramos mejores. Hay que aprender a vernos a través de los ojos de nuestras mamás, amarnos tal como somos y reconocer nuestras cualidades.

3. Cuando nos motivó a luchar por nuestros sueños
Mamá siempre estuvo ahí para apoyarnos en cada decisión que tomamos, desde el día que le dijimos que queríamos ser astronautas de pequeñas hasta cuando elegimos empezar un negocio propio en lugar de trabajar para alguien. Es posible que fallemos en el camino pero ella siempre estará ahí para darnos la mano, ayudarnos a ponernos de pie y darnos el empujoncito que necesitamos para seguir andando.

4. Cuando su sexto sentido le dijo que ese chico no era el indicado
Pudimos haberle dicho que no se meta en nuestros asuntos, que ya estamos grandes y podemos decidir solas o que no nos importa su opinión, al final terminamos por darnos cuenta de que nuestra mamá estaba en lo correcto sobre ese chico con el que salíamos. Lo mejor es que nunca escucharemos de sus labios un “te lo dije”, solo recibiremos apoyo mientras lloramos con el corazón roto.

5. Cuando nos reprendió por mentirosas
A veces nuestras madres tuvieron una manera dura de enseñarnos las lecciones para ser mejores personas. Ser deshonestas es la forma más sencilla de perder la confianza de los demás y herirlos en ocasiones, por lo que era misión de mamá enseñarnos que eso era malo. Y aunque de pequeñas recibimos gritos y castigos por mentir, ahora de grandes entendemos el bien que nos hizo.

6. Cuando simplemente no dijo nada
Hay muchas cosas que debemos agradecerle a nuestra mamá, incluso cuando su silencio era más poderoso que sus palabras. Como cuando nos vio tristes y simplemente se acercó a abrazarnos dándonos a entender que nos apoyaba, cuando estábamos cansadas y optó por sentarse a ver televisión a nuestro lado para acompañarnos en silencio o cuando nos quedamos dormidas y nos tapó con la frazada mientras se iba casi de puntitas. Esos “silencios” de mamá dicen mucho más de lo que imaginas.

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