GPG fue desarrollado por una sola persona y nadie le estaba pagando por ello



El financiamiento es un problema recurrente entre los desarrolladores de software libre.

 

Werner Koch es un alemán de 53 años que desarrolló desde su casa un sistema de encriptación para correo electrónico llamado GPG, derivado del sistema PGP (Pretty Good Privacy), pero con la particularidad de que este método de cifrado estaba licenciado como software libre, por lo que cualquier persona podía ocuparlo y modificarlo a voluntad. Tristemente, nadie estaba dando a Koch un sólo peso por esta gran contribución a la seguridad de nuestros datos, hasta que Propublica divulgó un artículo en el que se informaba que el desarrollador alemán estaba a punto de irse a la quiebra. Entonces todo cambió.

La Linux Foundation's Core Infrastructure Initiative resolvió donar la cantidad de USD $60,000 a Koch, a su vez que Facebook y el sistema de pagos digitales Stripe decidieron dar anualmente USD $50,000 cada uno, con el fin de ayudar al creador del sistema a alcanzar su meta de USD $137,000, cifra que hasta ese momento estaba siendo financiada gracias a los usuarios por medio de una campaña de donativos independiente. Dichos donativos le permiten ahora contratar a un desarrollador de tiempo completo ―a modo de asistente― y ganar algo de dinero para mantener a su familia.

Algo que no nos deja de sorprender es la falta de apoyo económico por parte de instituciones, tanto gubernamentales como privadas, hacia los desarrolladores de aplicaciones que todos ocupamos constantemente. Un ejemplo claro es lo que pasó con los programadores que están detrás de OpenSSL, quienes declararon hace tiempo que, al tratarse de software libre, "es usado por millones y millones de personas, pero son muy pocos los que aportan a su desarrollo". La situación económica deplorable de Koch, quien estaba a punto de abandonar el proyecto días antes de que estallara el caso Snowden, gracias a los pobres resultados financieros que estaba teniendo con su creación, no hace más que confirmar la tesis antes propuesta.

Por suerte, la situación de Koch hoy se encuentra resuelta, no obstante el problema existe para, sino todos, la mayoría de los desarrolladores de software libre, quienes hacen una contribución tremenda al ecosistema de Internet a cambio de prácticamente nada.

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